El turismo mallorquín solo tiene un camino para seguir siendo competitivo: innovar en busca de la calidad perdida en años de lucha a con otros destinos emergentes. Como consecuencia ha obligado a Mallorca a reducir precios para batirse con mercados como el turco, capaces de pasar de 10 millones de turistas a 30 en menos de un decenio. A esta amenaza se refería Pedro Ferrer, director comercial de Iniciativas Empresariales Oliver y Pescados Oliver, que están detrás de la celebración en la Escuela de Hostelería de Mallorca de unas jornadas concebidas para abrir una nueva vía para competir en calidad y a la vez en precio con países como Turquía: la innovación. |
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